Atrás La preocupante llegada de la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis) a Europa

La preocupante llegada de la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis) a Europa

Un equipo de investigación liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) identifica por primera vez en Europa un individuo de la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis), una especie altamente invasora.

El equipo ha utilizado el método del DNA barcoding para identificar genéticamente al macho de la especie, hallado en un municipio costero de Nápoles.

De consolidar su presencia en el territorio, la invasión de la hormiga aguja asiática podría amenazar a las poblaciones de hormigas autóctonas y alterar los ecosistemas de hábitats naturales y urbanos europeos.
28.03.2022

 

Las especies exóticas invasoras se consideran una de las principales causas de la actual crisis de la biodiversidad. En los últimos años, los humanos han introducido 200 especies de hormigas fuera de su alcance natural y algunas de ellas se han vuelto invasoras. Es el caso de la hormiga aguja asiática, Brachyponera chinensis, que ha experimentado una impresionante expansión de su área de distribución en los últimos 80 años.

Su alcance natural incluye regiones costeras de China continental, Taiwán, la península de Corea y Japón, mientras que en la década de 1930 fue introducida en los Estados Unidos de América (EUA), donde se ha establecido y ahora está presente en 17 estados. En el territorio norteamericano, B. chinensis invade hábitats de bosque autóctono y ha tenido un fuerte efecto negativo en la mayoría de las especies de hormigas nativas. Además, debido a su picadura y a las propiedades del veneno que inyecta, B. chinensis ha sido identificada como una amenaza emergente para la salud pública en EUA, causando importantes reacciones alérgicas.

Ahora un equipo de investigación liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) , un centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra, presenta el primer registro confirmado de Brachyponera chinensis en Europa. Uno de los autores del estudio y entomólogo aficionado, Vincenzo Gentile, recogió un macho no identificado del género Brachyponera que había sido atraído por la luz de una farola el 3 de julio de 2020 en Torre Annunziata (Nápoles, Italia), en una zona residencial a aproximadamente 1 km del puerto de la ciudad. Las características morfológicas del espécimen y el análisis genético posterior confirmaron que se trataba del primer ejemplar de Brachyponera chinensis identificado en territorio europeo.

Un equipo de investigación liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE, CSIC-UPF) confirma el primer registro en Europa de la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis), una especie altamente invasora.

Una primera investigación morfológica reveló que la hormiga invasora no pertenecía a ninguna de las familias invasoras más frecuentes - Formicinae, Dolichoderinae y subfamilias Myrmicinae -, sino que pertenecía a la subfamilia Ponerinae, de hormigas mayoritariamente depredadoras. Sin embargo, el ejemplar identificado - en particular del género Brachyponera - era distinto a cualquier ponerina nativa euromediterránea.

El análisis genético posterior, llevado a cabo por el investigador predoctoral INPhINIT ”la Caixa” Mattia Menchetti en el laboratorio de Diversidad y evolución de las mariposas del IBE, liderado por el investigador principal Roger Vila, confirmó que se trataba de un macho de Brachyponera chinensis. El estudio apunta a que posiblemente su origen sean los EUA, o bien que la especie invasora haya sido introducida en ambos continentes desde el mismo lugar de origen.

El código de barras genético, también conocido como DNA barcoding, es una herramienta de gran utilidad. Se trata de usar una secuencia de ADN corta como un código de barras propio de cada especie. De esta manera, podemos identificar cualquier muestra, lo que es útil tanto en ciencia básica como en el control de especies invasoras, de plagas, del comercio ilegal de especies, en análisis forenses, etc.", explica Menchetti.

Como otros muchos invertebrados del suelo, las hormigas a menudo se introducen accidentalmente en nuevos entornos debido a la globalización y en particular al comercio de plantas. Su introducción frecuente en jardines privados dificulta la detección de estas especies en las fases iniciales, antes de que se expandan por una región más amplia, como es el caso de B. chinensis en Torre Annunziata. Aunque se habían estudiado las hormigas de la ciudad de Nápoles entre 2016 y 2021, no se habían encontrado a otros individuos de esta especie.

El haber recogido un macho volando, en proceso de enjambre, apunta a que al menos un nido ya está en una fase avanzada después de la introducción. "El nido de origen puede estar en zonas privadas de difícil acceso y la colonia - o colonias - puede tener tiempo de propagarse sin ser detectada", añade Menchetti. "Sin embargo, tampoco se puede descartar que se introdujera una colonia sin reinas y que los machos hayan sido producidos por las hormigas trabajadoras, hecho excepcional pero posible para B. chinensis".

"El nido de origen de B. chinensis puede estar en zonas privadas de difícil acceso, algo que puede hacer que la colonia tenga tiempo de ser propagada sin ser detectada”, afirma Mattia Menchetti, investigador predoctoral INPhINIT "la Caixa" en el IBE.

La cuenca mediterránea acoge un número creciente de especies exóticas, pero la mayoría se han quedado limitadas al interior de edificios e invernaderos, o en entornos urbanos. Sin embargo, la expansión de B. chinensis en los hábitats forestales estadounidenses sugiere que esta especie podría invadir los hábitats naturales europeos y en particular los bosques, con posibles efectos negativos por las comunidades de hormigas autóctonas y la salud de los ecosistemas.

"Esta es una especie invasora que está causando importantes problemas ecológicos y sanitarios en Estados Unidos y que en Europa podría tener efectos comparables a los de la avispa asiática o la hormiga argentina. La experiencia nos dice que, una vez llegada la fase exponencial de expansión de una especie invasora, no tenemos herramientas para erradicarla y, a lo sumo, la podemos controlar invirtiendo enormes cantidades de recursos públicos, por lo que hay que aprovechar la ventana de oportunidad que representa la llamada fase de latencia: el tiempo durante el cual la especie invasora se consolida en el nuevo lugar y todavía se encuentra muy localizada. Debemos repensar la estrategia de control de las especies invasoras y redirigir los recursos hacia el biomonitoreo y un cuerpo de funcionarios de acción inmediata en cuanto salte la alarma de una nueva introducción”, aconseja Vila.

"Debemos repensar la estrategia de control de las especies invasoras y redirigir los recursos hacia el biomonitoraje que permita la detección precoz”, comenta Roger Vila, investigador principal del IBE.

Por su parte, el establecimiento de B. chinensis en zonas urbanas podría constituir un problema de salud pública, dada la reacción documentada que provoca el veneno que inyecta esta hormiga. "Hacemos un llamamiento a la acción en esta etapa temprana de la nueva invasión biológica y proponemos que se realice una prospección detallada de una amplia zona en torno a Torre Annunziata", añade Menchetti.

Esta investigación ha recibido el apoyo de la Fundación ”la Caixa”, entre otros.

 

Artículo de referencia: Menchetti , M., Schifani , E., Gentile , V., & Vila, R. (2022). The worrying arrival of the invasive Asian needle ant Brachyponera chinensis in Europe  (Hymenoptera: Formicidae). Zootaxa , 5115 (1), 146–150. DOI: 10.11646/zootaxa.5115.1.10

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