Back El ADN reconstruye 500 años de sexo y paternidad extramarital

El ADN reconstruye 500 años de sexo y paternidad extramarital

Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) participan en el primer estudio a gran escala que revisa la incidencia de la paternidad extra parental en Europa occidental a partir de información genética y genealógica.

 

En la investigación, el equipo cruza la información genética del ADN con datos genealógicos de hasta 22 generaciones de antigüedad para explorar la paternidad biológica de los habitantes de Europa occidental de los últimos 500 años.

 

Los resultados revelan que la paternidad extra parental (PEP) no tuvo una fuerte incidencia, pero sucedió mucho más a menudo en personas de bajo nivel socioeconómico que vivían en ciudades densamente pobladas durante el siglo XIX.

21.11.2019

 

Uno de los talleres propiedad de la Riotinto Company Limited. Crédito: via Wikipedia (autor desconocido), con licencia  Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 3.0.Un equipo de investigación de la Universidad Católica de Lovaina (KU Leuven), con participación del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra  (UPF)  y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha explorado la incidencia de la paternidad extramarital entre los habitantes de Europa occidental cruzando datos genéticos del ADN con una base de datos genealógicos que recorre los últimos 500 años de historia. Los hallazgos, publicados en la revista Current Biology, revelan que si bien el número total de eventos de paternidad extra parental (PEP) fue bastante bajo, su frecuencia varió considerablemente dependiendo de las circunstancias sociales y económicas. En particular, los eventos PEP fueron mucho más frecuentes durante el siglo XIX y entre personas de bajo nivel social que habitaban ciudades densamente pobladas.

La paternidad extra-parental siempre ha sido un tema controvertido y de interés popular, tanto en las conversaciones informales como en la literatura. Aunque se han dedicado miles de páginas al sexo extramarital – especialmente al adulterio -, el conocimiento científico sobre la incidencia este fenómeno en la sociedad actual y sobretodo en la historia pasada es aún muy limitado.

Desde el punto de vista de la evolución, la naturaleza de muchas especies animales muestra que permanecer fiel a la pareja no siempre es la estrategia más ventajosa. Los machos pueden beneficiarse de los encuentros sexuales esporádicos dando lugar a una mayor descendencia; a su vez, las hembras pueden beneficiarse al aparearse con machos superiores en episodios puntuales. Lo que hasta ahora se desconocía es con qué frecuencia estos encuentros habrían sucedido en las sociedades humanas a lo largo del tiempo.

Ahora, un equipo de investigación liderado por Maarten Larmuseau de KU Leuven ha analizado por primera vez la incidencia de la paternidad extramarital lo largo de varios siglos de historia, durante los que hubo cambios dramáticos en el entorno social - incluyendo la rápida urbanización que acompañó a la Revolución Industrial en la Europa occidental del siglo XIX.

Un equipo de investigación liderado por Maarten Larmuseau de KU Leuven y con la participación de Francesc Calafell del IBE ha analizado por primera vez la incidencia de la paternidad extra parental (PEP) a lo largo de varios siglos de historia en Europa Occidental.

Análisis llevado a cabo por el equipo de investigación. Crédito: Maarten Larmuseau.Para estimar las tasas históricas de PEP entre las parejas estables, los investigadores identificaron 513 pares de hombres adultos contemporáneos que viven en Bélgica y los Países Bajos y que, según la evidencia genealógica, compartían un ancestro paterno común. En esta situación, salvo que se hubiera dado un evento de PEP, ambos deberían haber portado el mismo cromosoma Y.

El análisis no mostró diferencias significativas en las tasas de PEP entre países, a pesar de las diferencias religiosas entre la católica Bélgica y los Países Bajos protestantes. Sin embargo, se encontraron grandes variaciones dependientes del estatus socioeconómico y la densidad de población. La tasa de PEP fue mucho más baja entre los agricultores y los artesanos y comerciantes acomodados (alrededor del 1 por ciento) que entre los trabajadores y tejedores de clase baja (alrededor del 4 por ciento). Además, las tasas de PEP resultaron ser más altas en los territorios más densamente poblados, como las grandes ciudades.

El análisis mostró que las tasas de PEP de los últimos 500 años de historia europea variaron mucho en función del estatus socioeconómico y la densidad de población del territorio. En particular, las tasas de PEP resultaron ser más altas entre las clases más humildes que habitaban las grandes ciudades durante la revolución industrial.

De acuerdo con el estudio, al combinar ambas variables las tasas estimadas de PEP para las familias variaron en más de un orden de magnitud - de aproximadamente el 0.5 por ciento entre las clases medias a altas y los agricultores que viven en las ciudades más escasamente pobladas a casi 6 por ciento para las clases socioeconómicas bajas que viven en las ciudades más densamente pobladas.

“Nuestra investigación muestra que la posibilidad de que haya habido paternidad extramatrimonial en tu historia familiar realmente depende de las circunstancias sociales de tus antepasados. Si vivieron en ciudades y pertenecieron a las clases socioeconómicas más bajas, las posibilidades de que hubiera PEP en tu historia familiar son mucho mayores que si fueron agricultores", comenta Larmuseau.

"Los hallazgos de este estudio respaldan las teorías evolutivas que sugieren que los incentivos individuales y las oportunidades para buscar o prevenir el apareamiento fuera de la pareja dependen del contexto social", añade Francesc Calafell, investigador principal en el grupo de Genómica de la Individualidad del IBE y parte del equipo de investigación. "También rebaten la falsa creencia de que las tasas de PEP en la sociedad occidental son generalmente altas, mostrando unas modestas tasas promedio de alrededor del 1 por ciento de incidencia".

"Los hallazgos de este estudio respaldan las teorías evolutivas que sugieren que los incentivos individuales para buscar o prevenir el apareamiento fuera de la pareja dependen del contexto social", añade Calafell.

Larmuseau comenta que una perspectiva interdisciplinaria será importante para descubrir por qué ciertos factores, como la densidad de población y el estado socioeconómico, han tenido una influencia tan fuerte en la tasa de PEP. "Esto es muy relevante porque las causas de los eventos históricos de PEP son diversas y aún desconocidas", concluye.

Artículo referenciado:  Larmuseau et al., A Historical-Genetic Reconstruction of Human Extra-Pair Paternity, Current Biology (2019), https:// doi.org/10.1016/j.cub.2019.09.075

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